SANDWITCH

Mi nombre es Rafael  Moreno y soy el propietario del negocio. Desde pequeño, siempre me ha apasionado la cocina. Esta pasión me llevó a estudiar Artes Culinarias y Administración de Negocios, realice mi tesis en España, donde aprendí no solo a perfeccionar mis habilidades en la cocina, sino también a manejar un negocio.

Mi experiencia trabajando en  restaurantes donde hacían hamburguesas a la parrilla me permitió adquirir el conocimiento y la habilidad necesarias para crear  hamburguesas  deliciosas y de  calidad.

Por eso me  enorgullece brindar una experiencia culinaria memorable a cada uno de mis clientes.

Me preocupo profundamente por la salud y el bienestar de mis clientes. Por eso, me aseguro de que mis  hamburguesas no solo sean deliciosas, sino también saludables. Utilizo ingredientes con bajo contenido de grasa y evito el exceso de sal y condimentos. Este cuidado es especialmente importante para mí cuando veo a familias con niños disfrutando de mi comida. Quiero que todos, sin importar su edad, disfruten de una hamburguesa deliciosa y nutritiva.

La higiene en la cocina es una prioridad absoluta. Mantengo un entorno de cocina limpio y evito la acumulación de grasa en la plancha. Esto no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también mejora el sabor y la calidad de mis hamburguesas.

Soy un perfeccionista cuando se trata de cocinar. Cada hamburguesa que servimos está bien cocida y preparada con dedicación y atención al detalle. Mi objetivo es que cada bocado sea una experiencia inolvidable, llena de sabor y satisfacción.

En Sandwitch mi compromiso es ofrecerte hamburguesas artesanales de la más alta calidad, hechas con amor y pasión por la buena comida. Ven y prueba la diferencia que hace la dedicación y el cuidado en cada mordisco. ¡Te esperamos!

Le puse el nombre de  Sandwitch a mi negocio inspirado en alguien que conocí en uno de mis viajes a la playa junto con mi primo.

Durante este viaje fuimos a comer a un negocio donde nos atendio una chica para tomar nuestra orden. Luego que nos atendiera mi primo le hizo un comentario en forma de broma inocente «Que no le hechara arena a nuestra comida». Lo cual ella lo vio gracioso, sonrío y se fué. Cuando ella se retiro le pregunte porque le había dicho eso y el respondio que «parecía bruja».

Luego que comimos ella volvio a llegar para darnos la factura, ahi fue cuando me pregunto si yo era el muchacho que vendía hamburguesas, lo cual respondi que no, ella insistio, al parecer me había confundido y en ese tiempo todavía no tenia ningun negocio.

Después de eso y con el tiempo decidi emprender mi propio negocio de comida y no sabía que nombre ponerle. Luego recorde a esa chica que nos atendio y me inspiro a ponerle el nombre de SANDWITCH.